El implante dental se presenta como una alternativa más conservadora que los clásicos puentes o coronas, ya que para la colocación de un implante dental no es necesario el tallado de los dientes adyacentes.
El implante dental consiste en un dispositivo de titanio, uno de los metales más hipoalergénicos que existe, que viene a sustituir las raíces de los dientes que por diversas causas como caries, fracturas, etc se han perdido.
- Previo a la colocación de los implantes se hace necesario un estudio profundo e individualizado de cada paciente que pasa por una historia clínica completa, un análisis de modelos y un estudio radiográfico completo.
- Una vez colocado el implante en el lugar apropiado se esperarán entorno a dos ó tres meses, periodo durante el cual se establece una unión íntima y firme entre el hueso que rodea al implante y el propio implante, esta unión se conoce con el nombre de osteointegración. Durante este periodo lo más importante es favorecer un entorno al implante libre de sobrecargas y en las condiciones de salud más óptimas posibles.
- Transcurrido el periodo de osteointegración se procederá a comprobar que el implante está firmemente unido al hueso y tras esto se tomarán unos modelos para poder fabricar la corona que va unida al implante.
Es importante mantener en condiciones de salud los implantes dentales, por ello al menos una vez al año, si el odontólogo así lo recomienda, el paciente al que se le han colocado implantes dentales deberá acudir a revisiones de mantenimiento.